SOCIOLOGÍA JURÍDICA.

La sociología y los actos de incivilidad, desviación, delincuencia y criminalidad.

Revista: Investigación Jurídica, UPSA, No.4, 2004

Hablar de desviaciones, delitos y crímenes desde el punto de vista sociológico es hablar de una serie de hechos reales vividos en medio de situaciones muy complejas donde se entrecruzan diversos planos de nuestra vida psíquica y social, los mismos estrechamente ligados. Posiblemente sea en estos planos que se efectúe la construcción de la cual habla el título. Ocurren hechos cuyo origen la sociología como la criminología intenta explicar, o en su defecto comprender. La presente intervención se centra alrededor de la pregunta: ¿Cómo la sociología y la criminología han evolucionado para intentar dar cuenta del hecho criminal?
Las desviaciones, delitos y crímenes están ligados a un sistema normativo que los tipifico. Nuestras formas de vivir trazan líneas, a decir la verdad siempre más tenues entre lo “normal” y lo “desviado”; definiendo lo permitido, lo tolerable y lo reprensible. La ley penal define lo legal y lo ilegal, por ende lo sancionable. Estas normas, sean estas morales o jurídicas son a su vez la expresión, tanto de valores como de relaciones de poder. Las desviaciones, los hechos delictivos o criminales violentan la conciencia de los ciudadanos generando varias formas de reacciones. Durkheim decía, que la reacción será tanto más fuerte por cuanto la conducta afecta los valores más profundos o las creencias más sagradas de la población. En una sociedad hipermediatizada como o son las actuales, todo acontecimiento es reproducido, ampliado, trabajado por los medios de comunicación, buscando tocar las fibras más sensibles de su audiencia. Esta actividad, sí es una construcción, porque los discursos icónicos y lingüísticos que narran el hecho delictivo recrean una realidad de segundo orden, más allá del hecho mismo. Los delitos y los crímenes, cuando aumentan cuestionan el funcionamiento del estado y de las instituciones encargadas de mantener la seguridad y la paz social. Pero, en momentos de sumo pesimismo, con el modelo económico vigente, la clase política y la policía que nos gastamos tal vez es preferible acudir al chapulín colorado o a la madre Teresa.

 

Justicia comunitaria:

Ensayos jurídicos, UPSA, Años 2, Nº 2, mayo de 2005

La justicia comunitaria, en Bolivia identificada con la justicia étnica fue descrita desde ya más de un siglo por las ciencias sociales en todas las partes del mundo. Sería incongruente, anticientífico e impertinente descalificar sus meritos, de la misma forma constituiría una impostura mentirosa no recalcar sus exageraciones y extremismos violatorios de los derechos humanos y constitucionales. Cuestionar algunos aspectos de la justicia comunitaria no significa justificar los desajustes de nuestra estructura social y de la práctica de la justicia. Más allá de discursos líricos, románticos y de poses etno - folklóricas, sin desmerecer a las virtudes de la justicia comunitaria, la presente exposición se sitúa y prolonga las reacciones de parte de los actores sociales como de los analistas suscitadas en Bolivia como en el exterior, después de los acontecimientos de Ilave (Perú), Ayo Ayo y de la muerte de dos personas en manos de comunarios, supuestamente abigeatistas, en la campiña de El Alto.

 

Miedos y reacciones, la inseguridad en Santa Cruz.

Revista SOCIO- LÓGICAS Nº 2, nov. 2003

Son conocidas la mayoría de las características de la inseguridad ciudadana en nuestro medio. Los medios masivos de comunicación televisivos, radiales y escritos describen con suficientes detalles los casos que se presentan en la ciudad. Por su parte la policía, la defensoría del pueblo, los diferentes juzgados establecen estadísticas de los casos. Lo que no ha sido muy investigado es la reacción ciudadana ante la inseguridad. Es ahí donde la sociología podría aportar con nuevas luces y enfoques sobre el particular para no dejar exclusivamente al discurso mediático la tarea de proyectar una imagen, de la que no sabemos si corresponde con los estados anímicos de la ciudadanía. Por lo tanto, el problema central de la presente investigación busca desentrañar la “lógica” (en forma simultánea antropo-lógica, psico-lógica y socio-lógica) del proceso que produce los sentimientos de los encuestados, que se van a traducir en reacciones. Se podría trabajar sobre la siguiente hipótesis: La inseguridad ciudadana vivida por experiencia o espectada a través de los medios genera reacciones en la emotividad y los comportamientos sociales. Estas difieren según las variables objetivas del ciudadano (contextuales, individuales y vivenciales) y su imaginario mediatizado por las representaciones mediáticas y los referentes ideológicos personales. Esta individualización repercute en una diversidad de reacciones ante la delincuencia, de raíces endógenas o exógenas.

Inseguridad ciudadana y sociología del miedo.

PRISMA Ventana Científica. N º1, mayo 2004

¿Qué es el miedo? ¿Es el miedo al crimen realmente miedo al crimen? ¿Cuál es la influencia de los discursos, públicos y privados, en la formación de este miedo? Si: Lo es sí los sentimientos de inseguridad se desarrollan a partir de cierto umbral de criminalidad, sobre todo en la percepción de la criminalidad local. Los sentimientos de miedo se desarrollan a partir de una experiencia anterior de victimación. La distancia entre una tasa baja de victimación y un grado alto de miedo no debe, siempre ser juzgado como errores de apreciación o sentimientos equivocados, sino más bien pueden ser considerados racionales, habida cuenta que estas tasas bajas provienen de las restricciones de comportamiento que disminuye las oportunidades de victimación. Las tasas de miedo parecen estar en relación con la forma de vida y de las exposiciones a posibles hechos de violencia.
No No lo es, a veces y en estos casos el miedo a la delincuencia es el reflejo de un malestar general percibido ante situaciones vividas en el plano local, el miedo al crimen se desplaza hacia problemas estructurales cuya percepción y control escapan a nuestros medios. En la raíz del miedo al crimen se sitúa el cambio social, que afecta la vida colectiva en general, el miedo es debido a la percepción de la falta de socialidad (la sociality o civility de los sociólogos americanos actuales), que mediatiza ampliamente la incidencia del crimen. Estos problemas de vida social se perciben a través de una variedad de indicadores (abandono, descuido, marginalidad, poco control, falta de cohesión social, consumo de estupefacientes). Pareciera que cuando los vecinos de un barrio no se representan estas diferentes conductas como problemáticas, están en condición de soportar sin miedo fuertes tasas de criminalidad.

 

Para una sociología del linchamiento.

Revista SOCIO-LÓGICAS. Nº 4, oct. 2005

Las prácticas de linchamiento que han sido reflejados en muchas oportunidades por los medios masivos de comunicación obligan a desarrollar una reflexión sociológica sobre estos acontecimientos. En ellos están implicados los procesos básicos de interacciones sociales, relaciones y control social. Estos se quebrantan o consolidan en oportunidad de ser infligida una ofensa en un grupo social. La misma al no ser atendida por el mal funcionamiento de la justicia o de la policía refuerza los grandes sentimientos de inseguridad y de impotencia de los vecinos comunes y corrientes. La condena de los linchamientos no es unánime. Los que lo hacen denuncian su automatismo, lo desmedido y desproporcionado de los consecuencias, el descontrol de sus ejecutores, la ceguera y violación de los derechos, en suma los califican de retorno a la barbarie. Los que no condenan los linchamientos aluden a la debilidad institucional de la justicia y la policía, su absoluta falta de autoridad y credibilidad.
Intentemos, desde el punto de vista sociológico ver el tema de manera más desapasionada y busquemos averiguar si en la realidad, más allá del carácter violento de los linchamientos hubiera la posibilidad de encontrar una “lógica social”, porque a primera vista pareciera que no cualquiera lincha, tampoco cualquiera es linchado, no se lo hace donde sea, ni como sea. Entonces, el objetivo de este trabajo preliminar es averiguar ¿cómo se producen y desarrollan estos actos?

 

 

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